Pasamos un día con Paula Mariscal en la costa del Empordá, donde tan en armonía se siente con el azul del mar.
La conocimos por ser la directora de la peculiar obra de teatro ‘Una obra sense actors’, con la compañía Malnascuts, en donde en un espacio sin actores se narra la fascinante historia de la Casa de Bernarda Alba de Lorca.
Paula es apasionada de las humanidades y de las artes, ambientes en los que se ha visto envuelta familiarmente desde muy pequeña. Entusiasta, positiva y muy teatrera, enseguida se lanza a la piscina, al mar o a donde sea. No nos cabe duda de que seguirá creando proyectos maravillosos con toda su buena energía. Puedes seguirla de cerca en su Instagram.
P — ¿Qué te introdujo en el mundo del teatro?
R — Supongo que mi curiosidad… Desde muy jovencita sentí curiosidad por muchas disciplinas artísticas diferentes, ¡lo difícil fue quedarse sólo con una! Empecé a actuar con 14 años y las ganas de aprender me llevaron hasta Carles Alfaro, mi maestro. Él fue quien me ayudó a descubrir que el teatro solo era una manera de conocer el alma humana, que me dedicaba a eso cómo podía haberme dedicado a cualquier otra cosa. Y también que, si esa era mi ambición, estaba abocada a llegar a la dirección.
P — ¿Cómo surgió la idea de hacer una obra sin actores?
R — Pues sin duda gracias a Malnascuts, sin su provocación jamás habría llegado a imaginar algo así. Yo he aprendido a trabajar por y para el texto, así que desprenderme de lo único que conozco fue algo completamente inesperado. Recuerdo que estaba con Elena Martín en una roca de una cala de l’Escala y de repente ahí estaba el reto. “¿Salir de zona de confort, dices? ¡Pues quítame a los actores!”, ahí lo teníamos. ¡Y la verdad es que ahora no puedo imaginar no haberlo hecho! ¡Ha sido increíble!
P — ¿Qué sensaciones te produce el hecho de que un público dedique un tiempo determinado a escuchar/ver tu obra?
R — Vértigo y respeto, así que me enfrento a la creación con mucho rigor y exigencia. Creo que el creador debe estar a la altura de la exigencia que le pide el espectador. Luego te puede salir bien, mal, regular… el espectador puede conectar o no… Pero cuando ambos (espectador y creador) se hacen cargo de la exigencia que hay por ambas partes sucede algo excepcional, ¿no crees?
P — ¿Qué otros autores te gustaría llevar al teatro?
R — Carver, Pasolini… Me gustan los clásicos, jajajajja…
P — ¿Con qué dramaturgo/artista te haría ilusión colaborar? Aunque no sea en un formato teatro.
R — Ufff… Pues tengo muchas ganas de trabajar con la Veronal, la compañía de danza de Marcos Morau.
P — ¿Qué encontraremos en tus próximas obras?
R — ¡Muchos actores! Ajjajajaj…
P — ¿Nos recomiendas un libro?
R — Consumidos de Cronenberg.
P — ¿Nos recomiendas un restaurante?
R — Ultramar (Carrer de la Torre, 1 en L'Escala)
P — ¿Nos recomiendas una película?
R — Julia Ist, de Elena Martín.
P — ¿Nos recomiendas un lugar?
R — Formentera.
P — ¿Cuándo te pondrías las prendas que llevas en las fotos?
R — Para ir a la oficina, para bajar a comprar, para pasear al atardecer por la orilla del mar, ¡o para cenar en un restaurante precioso!
