Blanca Guerrero

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Blanca Guerrero

Pasamos una mañana con la artista Blanca Guerrero en Gowanus, Brooklyn, barrio donde tiene su estudio, y nos explica cómo todo cambia muy rápido.

Nos muestra su trabajo, entre los que están los cubos de cemento que hizo hace varios años, y que ahora son los que ha comenzado a plasmar en el lienzo. La obra de Blanca respira una maravillosa influencia japonesa, al igual que el estudio que comparte con su padre, donde encontramos detalles que parecen pequeños bodegones preparados para crear un set.

Descubre su obra y todo el universo que crea con su sensibilidad en su web y en su Instagram.

NT — ¿Cómo es tu proceso creativo? Y qué es lo que más disfrutas de tu proceso creativo.

BG — Mi proceso creativo es una combinación de dibujo, escritura, toma de fotos, creación de objetos, creación de viñetas, pensamiento, paseos hablados... En los últimos años he estado trabajando con un montón de papel de la primera vez que viajé a Japón hace 7 años. Es un washi precioso que hice con fibras de kozo y mitsumata empleando la manera tradicional de fabricación de papel japonés. Es muy resistente; las fibras son largas pero delicadas. Pinto varias capas de color sobre estas láminas y luego las utilizo para hacer collages. Este proceso me ha inspirado a pintar de una forma nueva, tomándome mi tiempo para prestar atención a los pequeños momentos que suceden debido a los cambios de opacidad de las fibras. También pinto directamente sobre paneles de madera; no siempre uso el papel hecho a mano. Me gusta usar mucha agua para limpiar la pintura y descubrir un espacio, para esculpirlo desde la memoria. No planifico mis piezas, dejo que mi intuición coja las riendas. Lo que más me gusta de mi proceso creativo son los momentos en los que estoy absolutamente inmersa y concentrada en mi estudio. Por algún motivo, me da la sensación de que son excepcionales, esté mezclando colores, tomando notas, pintando una pieza nueva o limpiando los pinceles… A veces la luz es ideal y la canción que suena perfecta. En estos momentos me siento tranquila y en paz haciendo lo que más me gusta.

NT — ¿Qué te inspira?

BG — Las masas de agua, las zonas de obra en las primeras etapas, la luna, la filosofía japonesa en torno a la impermanencia, la nostalgia y la importancia de los recuerdos, las rocas y las piedras, los montones de arena, los miembros de mi familia y sus formas individuales de expresión artística, los elementos difusos de la naturaleza como la niebla y la neblina, los gráficos y los dibujos arquitectónicos, la luz del sol que se filtra a través de las hojas de los árboles, los textiles desgastados, los colores y tonos sutiles...

NT — ¿En qué estás trabajando actualmente?

BG — Ahora mismo estoy trabajando en desarrollar un trabajo a mayor escala. Piezas más grandes. Nunca pensé que seguiría ese camino, pero este año he tenido la oportunidad de trabajar en una gran comisión con Picture Room, que me llevó a ver mis capacidades como artista de una manera diferente. Me hizo darme cuenta de que puedo pintar grandes cuadros si trabajo con ahínco. Es un reto, pero estoy aprendiendo muchísimo. Un trozo de papel hermoso y delicado se pierde en una gran obra, así que estoy aprendiendo a traducir estos momentos.

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NT — ¿Hacia dónde quieres dirigir tu profesión? ¿Qué tienes en mente?

BG — Me encantaría poder viajar más a distintas residencias de artistas de todo el mundo para conocer gente, aprender técnicas nuevas que pueda aplicar a mi trabajo, inspirarme en lugares y cosas que veo, colaborar con otros artistas, etc.

NT — ¿Con qué persona / artista / espacio te haría especial ilusión trabajar?

BG — Algún día me gustaría ser artista residente en la Fundación Casa Wabi, en México. Sería un sueño hecho realidad; su filosofía de colaboración y compromiso social a través del arte es hermosa e inspiradora.

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NT — ¿Nos recomiendas un libro?

BG — Del amor, de Alain de Botton. Me lo enseñó mi novio. Le encanta todo lo que escribe de Botton. Me lo leí de una sentada durante varios vuelos, en unas 27 horas.

NT — ¿Un restaurante?

BG — Hibino en Brooklyn. Un amigo japonés me recomendó este restaurante hace muchos años. Es una joyita escondida y su tofu casero es perfecto.

NT — ¿Una película?

BG — Bajo el peso de la ley, dirigida por Jim Jarmusch. Mi padre me enseñó esta película cuando era joven, así que tengo muchas escenas grabadas en la memoria para siempre.

NT — ¿Un lugar?

BG — Lanzarote, en las Islas Canarias. Volví el verano pasado y el paisaje es increíblemente fascinante. El viento constante también acaricia tus sentidos como si estuvieras en un sueño.

NT — ¿Cuándo llevarías las prendas que llevas en las fotos?

BG — En la inauguración de mi próximo espectáculo. O en otoño, paseando por Nueva York.

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